Cuando hablamos de deportistas profesionales, los principios
de la dieta siguen siendo comunes al resto de personas, una alimentación
variada, equilibrada y completa. Sin embargo, hay algunas salvedades que merece
la pena comentar.
A través de los alimentos, el organismo obtiene los
nutrientes y calorías necesarios. Un gramo de hidratos de carbono aporta 4
kcal. En cambio, las grasas aportan 9 kcal. Las proteínas, en su caso aportan 4
kcal, pero es aconsejable utilizarlas en la formación y mantenimiento de
tejidos y no como fuente de energía.
El excedente de energía que tomamos y que no es utilizada se
almacena de dos maneras: en forma de hidratos de carbono, llamado glucógeno, en
el músculo e hígado; y en forma de grasas en tejidos grasos y resto de órganos.
Los hidratos de carbono complejos, los cuales son los más
utilizados en las dietas deportivas, se encuentran principalmente en el pan, arroz,
pasta, harina, legumbres, etc.
Los hidratos de carbono simples, de los que no se deben
abusar en una dieta deportiva, están en los dulces, miel, mermelada, etc.
Las proteínas de alto valor biológico, las más indicadas
para un deportista, se encuentran principalmente en la clara del huevo, pescado
y en carnes blancas y poco grasas.
La ingesta de proteínas de un deportista deberá de ser mayor
a la de una persona que no haga deporte, entre 1.5 y1.8 g/kg al día.
Se encuentran en las grasas
animales. Las segundas son beneficiosas ya que regulan el nivel de colesterol
en sangre, pero también hay que tener cuidado con su consumo ya que aportan
bastantes kcal. Se encuentran en los aceites vegetales, frutos secos, algunos
pescados, etc.
Publicado por: Edgar Rodríguez y Sergio Larrad.
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Proteínas, Grasas e Hidratos de carbono. |
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